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sábado, 30 de julio de 2011

PANTEON MUISCA

Tal ves todos nostros hemos oido hablar del panteon celta o el nordico pero a veces olvidamos que nuestras raices se encuentran en estas tierras y que antes de nosotros fueron habitados por personas muy sabias con gran poder y conocimiento de la tierra en pos de no olvidarnos de nuestras propias raices es que publico este articulo sobre el panteon muisca mas cercano a nosotros de lo que muchos imaginan.

Antes que nada los muiscas tambien eran politeistas y adoraban en cada dios y diosa aspectos mismos de la naturaleza entre sus dioses mas importnates tenemos:



CHIMICHAGUA.


Es el principio creador de todas las cosas ser supremo, omnipotente y creador del mundo. Una divinidad bondadosa y universal, la única luz que existía cuando todo era noche.
En el principio del mundo todo estaba en tinieblas y solamente reinaba la luz de Chiminigagua. Cuando el dios creador quiso difundir la luz por todo el universo, creó dos grandes aves negras y las lanzó al espacio. Cuando estas aves echaban aliento o aire por los picos, esparcían una luz incandescente, con la cual todo el cosmos quedó iluminado. Así se hizo la luz y se crearon todas las cosas del mundo.
Chiminigagua era un dios estático y sin figura corporal que estaba por encima de todas las deidades, pero a quien no se le rendía culto directamente,como a los dioses tutelares y protectores.
                                  
                                                           XUÉ

Es el sol la fuerza masculina junto con chia que sera la representacion femenina estos dos esposos mantenian la armonica sobre la tierra, era el padre del partenón muisca y su templo estaba en Sugamuxi o Suamox (Sogamoso), ciudad sagrada del sol. Era este el dios más venerado, especialmente por los súbditos del Zaque que se consideraban hijos de Xue y que le rendían culto a base de sacrificios humanos muy sangrientos y del consumo de ojos de niños, los cuales eran extraidos en el momento mismo del ritual.
CHIA


La luna su templo estaba en lo que hoy conocemos como el municipio de Chía y era venerada especialmente por los súbditos del zipa, que se consideraban sus descendientes.
         BOCHICA


Este personaje no era propiamente un dios, pero era digno de gran veneración. Como sucede con seres mitológicos de otros pueblos, quizá se trate de un antiguo jefe o héroe inmortalizado en los relatos que protagoniza. Dice de él el relato que en la sabana, vivían los muiscas, pero se habían cansado de las inundaciones, que podían ser causadas o por Huitaca, la hermosa y malvada mujer, o Chibchacum (el protector de los agricultores). Entonces, del cielo salió un arco iris, y de él bajó un hombre blanco, con barbas blancas y túnica. Éste dijo llamarse Bochica y les enseñó a tejer. Bochica escuchó las quejas de los muiscas sobre las inundaciones, y con su bastón de oro partió dos piedras al borde del precipicio donde terminaba la sabana y salió toda el agua, creándose el salto de Tequendama. Bochica castigó a Huitaca y Chibchacum. A la primera la convirta en lechuza, y obligándola a cargar el cielo. A Chibchacum, lo obligó a cargar la tierra, y cada vez que se la cambia de hombro, la tierra tiembla.

BACHUE.

la madre de los muiscas. Dice de ella el relato que un día, de la laguna de Iguaque, salió una mujer esbelta y bella, con un niño en sus brazos. Ella (Bachué), se sentó a la orilla de la laguna y esperó hasta que su hijo creciera. Cuando este alcanzó la edad suficiente, se casaron y tuvieron muchos hijos, siendo estos hijos los muiscas. Bachué les enseñó a cazar, cultivar, respetar las leyes y adorar a los dioses. Bachué fue tan buena, que los mismos muiscas se referían a ella también como Furachoque (‘mujer buena’, en chibcha). Cuando ya eran muy viejos, Bachué y su Hijo-Esposo decidieron volver a Iguaque y se convirtieron en serpientes sumergiéndose en el lago. Ese día los muiscas, a pesar de su tristeza sabían que Bachué, su madre, era feliz. De la leyenda existen otras versiones. Por ejemplo aquella que dice que después de sumergirse en Iguaque, Bachué asciende al cielo para converirse en Chía, mientras que en otros versiones Chía es una diosa diferente de Bachué.

la madre de los muiscas. Dice de ella el relato que un día, de la laguna de Iguaque, salió una mujer esbelta y bella, con un niño en sus brazos. Ella (Bachué), se sentó a la orilla de la laguna y esperó hasta que su hijo creciera. Cuando este alcanzó la edad suficiente, se casaron y tuvieron muchos hijos, siendo estos hijos los muiscas. Bachué les enseñó a cazar, cultivar, respetar las leyes y adorar a los dioses. Bachué fue tan buena, que los mismos muiscas se referían a ella también como Furachoque (‘mujer buena’, en chibcha). Cuando ya eran muy viejos, Bachué y su Hijo-Esposo decidieron volver a Iguaque y se convirtieron en serpientes sumergiéndose en el lago. Ese día los muiscas, a pesar de su tristeza sabían que Bachué, su madre, era feliz. De la leyenda existen otras versiones. Por ejemplo aquella que dice que después de sumergirse en Iguaque, Bachué asciende al cielo para converirse en Chía, mientras que en otros versiones Chía es una diosa diferente de Bachué.


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